Archivo | 4 de noviembre de 2015

Rituales para evitar una maldición

Rituales para evitar una maldición

Una maldición a la expresión de un deseo maligno dirigido contra una o varias personas que, en virtud del poder mágico del lenguaje, logra que ese deseo se cumpla. Las maldiciones tienen un papel destacado en las creencias populares de muchos pueblos (supersticiones), así como en sus mitos y leyendas. Por ejemplo, en el folclore hispánico se cree que la sirena era una muchacha hermosa a la que le gustaba mucho bañarse. Un día su madre la maldijo por ello, diciendo que, ya que le gustaba tanto el agua, ojalá nunca saliera de ella y así fue.

Según estas creencias, en ocasiones familias enteras son víctima de una maldición, cuyas consecuencias alcanzan a todos los descendientes de la persona maldita. Así, en la mitología griega, todo el linaje de Atreo y Edipo es víctima del destino adverso de estos personajes. Probablemente, la fuerza de una maldición, es decir, de que esta ocurra finalmente, se encuentre precisamente en el valor que alguien le otorga a la cuestión, es decir, si creo en ello, seguramente si algo malo me sucede, creeré que es fruto de una maldición, en cambio, si no creo para nada y me sucede algo creeré que tiene que ver con otra cosa y no con una maldición echada por alguien que no me quiere.

Una maldición puede venir si se visita una zona poseída por algún espíritu. También una maldición puede ser atraída hacia ti si estás rodeado de influencias negativas o bombardeado constantemente por una persona negativa en tu entorno. La Biblia nos dice que los hombres y las mujeres pueden recibir las maldiciones y conservarlas durante siete generaciones; con lo que se puede estar maldecido por parte de los antepasados sin ser realmente consciente. Y, por supuesto, una tercera persona puede lanzar una maldición, usando de la energía o los espíritus.

Los síntomas de una maldición no son limitados, la brujería toca todos los ámbitos de nuestras vidas.

Para alejar las maldiciones

Uno de los métodos es tomar una larga vela, de las que se usan como adorno en los candelabros,  o sea, de las más comunes y, utilizando una aguja o un cuchillo, talla tu nombre y tu día de nacimiento en ella. Coloca la vela en el caldero o, en el caso de no tener uno, en una cubeta. Agrega el agua necesaria como para que llegue hasta la mitad de la vela. Enciende la vela, si tienes un altar ponla a la izquierda, y déjala consumirse. Cuando alcance el agua y la llama se extinga, la maldición estará rota.

Otro de los rituales para alejar las maldiciones es el siguiente. En este caso se necesitan:

3 alfileres

3 pedacitos de raíz de ruda macho

1 puñado de sal gruesa

1 cáscara de medio limón

1 botella de cristal

1 tapón de corcho

Toma una pequeña botella de vidrio transparente e introduce en ella tres alfileres, tres pedacitos de raíces de ruda macho, un puñado de sal gruesa y la cáscara de medio limón. Tápala con un tapón de corcho. Coloca la botella en una ventana y déjala allí, sin cambiarla de lugar, y las maldiciones jamás te llegarán. La ruda hembra es de hojas pequeñas y tupidas. La ruda macho es un arbusto de mayor porte, con hojas más grandes y mayor intensidad en su aroma.